Diariamente
vemos cómo la falta de pasión es lo que lleva a muchos alumnos a abandonar los
estudios, con lo que lo que debemos conseguir a través del proceso del
aprendizaje es volver a despertarla y de este modo conseguir jóvenes motivados
e interesados en aprender.
Esto
puede deberse, en parte, a que nos encontramos frente a un sistema educativo surgido
de la revolución industrial, basado en una estructura jerarquizada dirigida,
principalmente, a conseguir los objetivos marcados en los estándares. Sin
embargo, se ha demostrado que la concentración exclusiva en los resultados no
asegura mayores logros, sino que también debe existir un compromiso emocional, existen
muchas otras habilidades que no se reflejan en este tipo de pruebas y que también
es necesario desarrollar y esenciales para la vida.
Con
este sistema tratar de conseguir que el alumnado se enganche dentro del proceso
educativo resulta cada vez más complicado y gran parte de los docentes poco a
poco va perdiendo la esperanza e ilusión de reconducir al alumnado dentro de un
proceso habitual o normal de enseñanza y es aquí, realmente, donde deberíamos centrar
nuestros esfuerzos.
En
el ámbito de la Plástica también se observa a diario el nivel de desmotivación
con el que los estudiantes van a clase. Esto
viene generado, en parte, por el papel secundario que han ocupado estas
enseñanzas históricamente en el currículo. En España esta situación ha ido agravándose
a lo largo de los años y con las nuevas reformas educativas su enseñanza dentro
del currículo de Enseñanza Secundaria tiende a desaparecer. Los diseños
curriculares se han centrado en la formación técnica del alumnado, mientras que
la Educación Plástica y Visual se ha considerado una mera actividad de
esparcimiento casi similar a las “manualidades”.
Sin
embargo, la Educación Plástica y Visual no debería relegarse a ese papel secundario
dentro de la educación, ya que es una disciplina que se encuentra presente en muchas
de las actividades cotidianas que realizamos a diario. A través de la Educación
Artística se pueden estudiar sociedades desde lo clásico como el dibujo, la
pintura, la escultura, la arquitectura, la música hasta las aportaciones más
novedosas que provienen de las nuevas tecnologías. Así mismo, la Educación
Artística puede estudiar las obras de arte de grandes artistas pero también
puede analizar la estética de un utensilio cotidiano. El arte es una de esas
cosas que está a nuestro alrededor en todas partes, pero que raramente nos
detenemos a considerar. El arte no es simplemente algo que encontramos en los
museos y las galerías. Como quiera que lo definamos, el arte está presente en
todo lo que hacemos para agradar a nuestros sentidos.
Tampoco
debemos olvidar la importancia que tiene la intención comunicativa a partir de la
imagen. En una sociedad en la que estamos siendo constantemente bombardeados con
imágenes desde todos los medios de comunicación se ha vuelto imprescindible
para toda la ciudadanía, y en especial
para los más jóvenes, una educación visual que les permita sobrevivir como
consumidores de imágenes.
Por
lo que, en mi opinión, dentro del ámbito educativo es realmente necesaria la
enseñanza de las Artes Plásticas para que comprendan el funcionamiento de las
imágenes y dominen el lenguaje visual, no sólo para comprender los mensajes
implícitos y explícitos visuales que les rodean, sino para que también sean
capaces de construir imágenes que comuniquen y signifiquen.
Ojalá dejara de ser un papel secundario!!!!
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